¿El final de Carnage? Carnage #7

Después del crossover con la serie de Venom, Carnage vuelve a su línea editorial habitual. La lucha entre Cletus y Flash Thompson está más viva que nunca y el simbionte está totalmente desatado buscado absorber a Anti-Venom. Sin embargo, al final de este número siete veremos cómo le va.

Ojo que a partir de aquí habrá SPOILERS

El cómic comienza con Carnage volviendo de la Darkforce apareciendo en la Tierra en un concierto de Death Metal en el cual se encontraba Flash Thompson. Inevitablemente se produce un enfrentamiento entre ambos contendientes que hace que la zona se vacíe aunque con todo eso algún asistente intenta enfrentar al simbionte asesino. Como es lógico sin ningún éxito.

Carnage lleva la delantera y Flash ya se está haciendo a la idea de que va a fallecer, pero lo que realmente le preocupa es que Kletus con su muerte va a absorber a Anti-Venom y se va a convertir en un ente aún más poderoso de lo que es actualmente.

Por su parte en Alchemax, Elizabeth Allan está construyendo un cañón sónico para tratar de derrotar al despiadado asesino. Elizabeth además es ahora la portadora del simbionte Misery que como sabéis es un simbionte creado por la compañía modificando los genes de Carnage.

En la sala del concierto la lucha continúa entre Kletus y Flash. Flash está ya prácticamente derrotado, pero intenta purgar a Carnage con los poderes de Anti-Venom, sin embargo, Kletus empieza a absorberle. En ese momento, llega Elizabeth con su cañón.

Carnage al verla enseguida empieza a pelear con ella ya que sabe que ese cañón le puede hacer bastante daño. Tanto es su «temor» que deja a Flash de lado y se enfrenta a Elizabeth a la que logra atravesar con una de sus garras. Lo que no se da cuenta es que el arma ha quedado desprotegida y cae en las manos de Flash.

Con el cañón sónico en sus manos, Flash consigue dispararlo directamente contra Carnage haciéndole un agujero en su pecho. Con ese gran cliffhanger se cierra este gran número en el que los paneles de la lucha entre Carnage y Flash son maravillosos. Además, las portadas, tanto la normal como la alternativa, son obras maestras.

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