La semana pasada el episodio dos se convirtió en un episodio de transición, pero esta semana en el que es el capitulo de mitad de serie -recordemos que son seis y este es el tercero- la acción ha vuelto a la palestra con varias tramas resolviéndose y desvelando alguno de los secretos que nos dejaron las dos primeras entregas.
Sin lugar a dudas, Marvel ha acertado completamente en el argumento, ejecución y tono de Secret Invasion tras el varapalo de She-Hulk, e incluso de Ms. Marvel. La apuesta por el espionaje, intriga y acción le viene como anillo al dedo. Además, la química entre los actores, sobre todo, entre Samuel L. Jackson (Nick Furia) y Ben Mendelsoh (Talos) es una gozada para el espectador.
Al igual que en los dos episodios anteriores no vamos a hacer un análisis exhaustivo, eso lo dejamos para el podcast, pero si unos pequeños detalles.
Ojo que a partir de aquí habrá SPOILERS
El episodio comienza con Gravik mostrándole al Consejo de los Skrulls la máquina con la que van a adquirir los nuevos poderes que ya vimos en el episodio dos al ser descubierta por G’iah. En esa breve escena antes de los créditos iniciales nos presentan por primera vez el término Super Skrull que tanto sonará a los fans de los cómic. Además, el General de los Skrulls les dice que tiene infiltrados dentro de la Marina del Reino Unido tanto a un alto cargo como a miembros de un submarino que vemos que son Pagon y Betos.
En casa de Nick Furia en donde descubrimos que sabe desde siempre que Varra/Priscilla es una Skrull. Ya lo imaginábamos, pero el final del episodio anterior dejaba alguna duda. Sin duda, Nick sospecha que su mujer ha estado, y está, trabajando con Gravik.
Si recordamos en el capítulo anterior Talos pidió una reunión con Gravik para hablar sobre sus planes y su hija G’iah. Dicho encuentro se produce en Londres en un museo en el que podemos comprobar que todas las personas que están en ese lugar son Skrulls a favor de la revolución y la aniquilación.
En esa escena podemos ver como Gravik ya se ha transformado en un Super Skrull dado que tras una discusión con Talos al finalizarla le clava un cuchillo en la mano diciéndole que se aleje de su hija. Tras marchase Talos, Gravik saca la mano del cuchillo desgarrando músculos y tejidos pero gracias a Extremis estos se vuelven a unir. Al finalizar la reunión, G’iah, con otra apariencia, choca con su padre dándole un móvil para comunicarse.
Tras ello, Talos y Nick se reúnen y gracias a la información que les da G’iah, y a la ayuda de Sonya Falsworth, logran localizar al Skull infiltrado en la Marina del Reino Unido cuya misión es derribar desde un submarino un avión de los Estados Unidos.
La pareja consigue dar con el Skrull pero este se niega a darles la clave para anular el lanzamiento, y tras matarlo, la única solución es que G’iah entre en la sala donde almacenan a los líderes importantes en Nuevo Skrullos. Aquí nos damos cuenta que ella siempre ha estado aliada con su padre resolviendo una de las intrigas de la serie.
G’iah consigue acceder a los pensamientos y darle el código a Talos y Nick que logran anular el lanzamiento. Sin embargo, debido a esto la tapadera de G’iah salta por los aires y tiene que huir. Cuando ya parece que lo ha conseguido, aparece Gravik para decirle que siempre sospechó de ella y le pega un tiro volviendo esta a su apariencia de Skrull. Recordemos que esta raza cuando mueren pierden su apariencia humana y recuperan su forma original por lo que, salvo que Marvel cambie esto, G’iah muere.
El episodio acaba con una visita de Varra a una cámara de un banco en donde tiene una caja fuerte. Ella llama por el móvil pidiendo hablar con Gravik, pero al otro lado del teléfono la voz le dice que tiene que tratar con él. Lo más sorprende es que esta voz es de James “Rhodey” Rhodes confirmándonos lo que tratamos en el podcast: que es un Skrull.
El cierre con esas dos últimas escenas es magnifico. Veremos cómo se va resolviendo todo en los tres episodios que quedan.