Uno de los arcos o sagas más conocidos de Spider-Man es la Saga del Clon que se comenzó a publicar en 1994 y duró hasta 1996. Es sin duda una etapa que todo fan del arácnido debe leer al menos una vez en la vida aunque hay diversidad de opiniones sobre su calidad.
Definir y explicar con detenimiento esos dos años de publicaciones sería muy complicado y quizás el lector se perdería en los mil y un detalles que nos encontramos en ella, así que vamos a dejar un pequeño resumen de esta porque lo que nos interesa en este post de opinión es otra cosa.
Esta saga comienza con la reaparición de Ben Really, uno de los clones de Peter que había realizado el doctor Warren. Ben se presenta en la casa de Peter Parker para decirle que está vivo, y en más de una ocasión hacen equipo como Spider-Man y Araña Escarlata. También reaparece el propio Doctor Warren creando un número de clones indeterminados que intentan destruir a Peter.
Tras una serie de circunstancias, y con la muerte de Tía May por medio, unas pruebas de laboratorio demuestran que Ben es el original y Peter el clon por lo que este último se marcha de Nueva York con Mary Jane y deja el manto de Spider-Man a Ben. Evidentemente tras muchos números se descubre que Peter es el original y las pruebas estaban falseadas por Norman Osborn.
Hasta aquí todo bien, ya que cómo decimos es una de las etapas más conocidas del personaje. El problema viene cuando usas la misma idea con «casi» los mismos personajes.
Todos sabemos que hay dos Spider-Man, sin contar a Peter, que tienen mucha fama y notoriedad como son Miles Morales y Spider-Gwen, y no de ahora por las películas de animación, no, esto venía de antes.
Cada uno de ellos tiene su serie regular e individual, sobre todo Miles ya que Gwen ha tenido épocas de no publicarse, pero en un periodo de unos dos años han repetido la «Saga del Clon» en cada una de esa series. Como si se estuvieran quedando sin ideas.
Empecemos por la serie de Miles. No vamos a decir que la saga sea mala o buena, aunque en mi opinión tiene poco atractivo más allá de cerrar una serie de arcos anteriores. El argumento es «similar» un científico, El Evaluador en este caso, ha creado tres clones de Miles llamados Selim, el líder del grupo y más poderoso, Shift, un clon con una forma un poco amorfa , y Mindspinner, que es más parecido a una araña que a una persona. Al igual que en la saga de Peter Parker estos clones han sido creados para atacar a Miles y acabar con él. Como vemos, es el mismo argumento reutilizado para otro Spider-Man y que tras una serie de acontecimientos al final se consigue un final más o menos feliz para Miles.
Podríamos pensar que Miles también merecía su propios clones y tener un arco con la misma denominación, pero cuando vemos que Spider-Gwen de igual manera tiene una serie de números con un argumento muy similar ya empezamos a sospechar que Marvel Comics está abusando de la misma premisa.
En los últimos números de Spider-Gwen, aún está la serie en curso, tenemos la denominada Shadow Clones que reutiliza lo que ya hemos visto. Una científica, Lyla Bennet, crea una serie de clones de Gwen para matarla y así poder vengarse por un suceso que ella piensa que fue culpa de Spider-Gwen. Básicamente es lo mismo que en los anteriores casos, obviamente con sus diferencias por ser personajes distintos.
Quiero recalcar que no estamos juzgando la calidad de los arcos de Miles y Gwen, solamente reseñar que desde La Casa de las Ideas está reutilizando el mismo argumento una y otra vez para personajes muy parecidos entre sí. Miles y Gwen tienen suficiente personalidad y arrastran a un gran público por sí mismos gracias a sus historias propias sin necesidad de repetir sucesos de Peter. Esperemos que sea la última vez que vemos dicha premisa porque volver a usarla una cuarta vez sería excesivo.
